¿Dominio por medio de la hechicería?

20.02.2011 23:19

 

 

En 2Tesalonicenses 2:2-3 Pablo escribe:       

2...que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra... 3Nadie os engañe en ninguna manera...”

Pablo, de una manera muy directa, exhorta a la iglesia de los tesalonicenses a estar prevenidos en todo momento contra los engaños de Satanás y a mantenerse firmes en la fe y en el amor unos con otros (Cap.1:4).  A través de estos pasajes bíblicos entendemos que siempre estaremos expuestos al dominio, al encantamiento y a las maldiciones.

En el libro de Deuteronomio capítulo 18 del versículo 9 al 14, el Señor advierte claramente a su pueblo que una vez entrados en la tierra que les daría, no aprendieran a hacer según las abominaciones de las naciones que ahí habitaban.  ¿Por qué Dios les hizo este tipo de advertencias?  Porque Él sabe que el ser humano es presa fácil de aquellos que practican la hechicería y que sutilmente nos pueden dominar con sus engaños, si no estamos firmes en la fe y sobre todo en la obediencia.

Ahora bien, no podemos pensar que una persona ha sido dominada solamente porque presenta rasgos notorios de que alguien le hizo algún hechizo.  En la actualidad Satanás no actúa tan evidentemente.  Sabe que puede dominar de una manera muy sutil y con muchísimo mejor resultado.  Tiende su red disfrazada de poder económico, popularidad, fama, sexo, drogas, etc. (... y no me refiero solamente a los inconversos); es decir, todo lo que el mundo puede ofrecer.  Es la forma como él está actuando, encantando a los débiles y desobedientes haciéndoles creer que la vida hay que vivirla hasta lo máximo.  Lamentablemente las personas no detectan esta manipulación; aún peor, no logran comprender que se trata de una mentira del diablo y permiten que su voluntad sea dominada por las tinieblas.

Dios es absoluto y no hay otro poder que lo pueda vencer; por lo tanto, nosotros como sus hijos no seremos dominados por el poder de las tinieblas, siempre y cuando seamos obedientes a nuestro Padre celestial.  Satanás no va a respetar a ningún hijo de Dios, como león rugiente estará esperando el momento oportuno para matar y destruir a su presa.  Pero el poder de Dios mora en nosotros y su Espíritu Santo nos guarda y nos muestra el camino correcto: “...porque mayor es el que está en vosotros (nosotros), que el que está en el mundo.” (1Juan 4:4).  Y Satanás sabe esto; él reconoce muy bien a un hijo de Dios y sabe de donde viene su cobertura (Job 1:9-10).  Aún cuando nos quieran maldecir, el Señor nos cubrirá con su poder y nos defenderá.

Cuando no estamos en el orden establecido por Dios, somos vulnerables a los ataques de Satanás.  Le abrimos espacio al enemigo y sentimos que es un poder tan enorme que es imposible vencerlo.  Desde luego, solo Dios puede hacerlo.  Él es quien prepara nuestras manos para la batalla y seremos más que vencedores en Cristo Jesús.

El Señor Jesús amó tanto a la humanidad que se entregó a sí mismo en la cruz para darnos salvación.  Él no vino por los que estaban sanos, vino por los enfermos, por los quebrantados, vino a traer libertad a los cautivos, como podemos leer en Lucas 4:18.  El amor de Jesús se extendía a sus enemigos, a aquellos que lo humillaron y lo ultrajaron.  El Señor nos pide que bendigamos a nuestros enemigos y que oremos por los que nos maldicen (Lucas 6:28).  No hay nada peor para nuestro enemigo que recibir de nosotros amor y bendiciones.  Es por esta razón que no podemos ver en una persona solamente a alguien que quiere destruirnos, sino pensar que ha sido creado a imagen y semejanza del Altísimo, pero que ahora es esclavo de la maldad, hasta que venga la luz de Cristo a su vida.

Cuando la Biblia habla de hechicerías, se refiere a engaño, a mentira.  A un efecto que es producido por algo o alguien cuyo “poder” nunca será igual o mayor a Dios.  Lo vemos en los siguientes versículos:

“Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez; en toda su fuerza vendrán sobre ti, a pesar de la multitud de tus hechizos y de tus muchos encantamientos.” (Isaías 47:9)

“La luz no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones.” (Apocalipsis 18:23)

Es importante recordar que Satanás es el padre de la mentira y tiene poder.  No hay un ser humano sobre la tierra que pueda vencerlo.  Pero Jesucristo despojó a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente triunfando sobre ellos en la cruz (Colosenses 2:15).  ¿Acaso, será esto suficiente para vencer, con el Espíritu Santo, como Él lo hizo?  Porque no es con espada ni con fuerza, sino con el Santo Espíritu de Dios (Zacarías 4:6).  ¿Continuaremos permitiendo toda esa influencia maligna, o confiaremos en el poder del Hijo de Dios?  En su carta a los Colosenses (Colosenses 2:4-7) Pablo les habla de estar siempre apercibidos para no ser engañados, creciendo en la fe y siendo sobreedificados en Jesucristo.

 Podemos concluir que el dominio, por medio de la brujería o hechicería, es la imposición de una forma de actuar que implanta creencias, prácticas y costumbres contrarias a la conducta normal de un individuo; y logrará su objetivo solamente con aquellos que no caminan en obediencia a Dios y que viven conforme a los apetitos del mundo.

En nosotros, como hijos de Dios, el hechizo o conjuro mágico (como desee llamarlo), inclusive las maldiciones, no prevalecerán (Isaías 54:17) porque tenemos quien pelee la batalla y sabemos que nuestro Padre celestial nos guarda de toda maldad.  Antes bien, serán despojados y humillados todos aquellos que intenten dañarnos.  De tal manera que,

“Nadie nos engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia”. (Efesios 5:6)

“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.  Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.  Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.  Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.  Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.  Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.  Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos...” (Efesios 6:10-18).  

Este ministerio HOREB LIBERACIÓN Y SANIDAD INTERIOR, otorga el permiso para que este material sea distribuido sabiamente. Solo les agradecemos nombrar la fuente de donde ha sido tomado.  Que el Señor les bendiga.

 

TESTIMONIO Hna. Y.M.

Desde Washington, USA. (Febrero 21, 2011).

 

Hola Ronny y Lupita espero se encuentren bien.  Me alegro muchísimo por su proyecto está lindo, lleno de bendición.  Me sorprende por que todo es como bien hecho y está bien estructurado.  Comencé a leer este tema y me quedé muda, por que justo este día alguien aquí en el trabajo comenzó a decir que podía leer la mano, y me preguntó si quería que me la leyera.  Mi primera reacción fue nooo, no creo en eso; pero el enemigo puso en mí una duda y me sentí intrigada.  Se me cruzaron mil ideas, dudas y cosas por mi cabeza y la verdad dudé.  Cuando leí esto me quedé sorprendida y dije Dios gracias por tu gran amor.
Gracias, mil gracias, los felicito y pido que oren por mí ahora que no voy a la iglesia; sé que flaqueo, pero lo único que le pido a Dios es que ya me de una iglesia.  Es tan difícil, que solo le pido que me ayude a entender su voluntad en mi vida.  Abrazos, bendiciones y mil felicidades, por que este proyecto me ayuda a seguir adelante y a saber que el Senor está conmigo.  Abrazossss :)