¿Cómo actúa Satanás en nuestras vidas?

28.04.2011 23:05

La Biblia nos dice de Lucero lo siguiente:

“Tu eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura”. (Ezequiel 28:12b).

“En Edén, en el huerto de Dios estuviste...”. (Ezequiel 28:13a).

“Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios”. (Ezequiel 28:14a).

“Perfecto eras en todos tus caminos...”. (Ezequiel 28:15a).

Pero después de su pecado contra Dios, fue expulsado del Reino Celestial a las regiones celestes (Efesios 6:12).  Esto significa que se convirtió en otro ser completamente diferente a lo que era al momento de su creación.  La Biblia nos habla de su actual condición:

Tentador: “Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.” (Lucas 4:13).

Príncipe de este mundo: “No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.” (Juan 14:30).

Satanás: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo...” (Hechos 5:3).

El diablo: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” (Santiago 4:7).

El adversario: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” (1Pedro5:8).

Acusador: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora, ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.” (Apocalipsis 12:10).

Satanás continúa su venganza contra Dios; sabe muy bien que no puede destruirlo porque Él es Soberano y Todopoderoso por lo que su plan de destrucción se ciñe contra la humanidad, pues somos vulnerables a sus tentaciones haciéndonos caer en pecado y, de esa manera, perder nuestra relación con el Padre Celestial.

Los ataques de Satanás son muy sutiles y tratará de engañarnos inclusive utilizando la misma Palabra de Dios en contra nuestra.  Siempre va a buscar un pretexto para acusarnos delante del trono de Dios.  Sabemos que Satanás es el padre de la mentira  como dice Juan 8:44b:

“...El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él.   Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.”

Se presentará ante nosotros como un ángel de luz: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.” (2 Corintios 11:14), pero la verdad es que siempre buscará la forma para engañar a los escogidos de Dios: “Porque se levantaran falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.” (Mateo 24:24).

¿De qué manera le estamos permitiendo a Satanás que nos engañe?

Algunos aspectos importantes a tomar en cuenta:

·      Lo primero que va a tratar de hacer es sembrar veneno en nuestra mente en contra de Dios, susurrándonos al oído que nunca tendremos una respuesta a nuestras oraciones, porque Dios no está interesado en nuestra situación.

·       Debilitará nuestra fe y esperanza enviando pensamientos de duda y temor.  Su estrategia será cada vez más convincente en la medida que se lo permitamos.

·       Sutilmente nos hará caer en la desobediencia, tal y como lo hizo con Adán y Eva.  Si lo logra, estaríamos abriendo una puerta enorme al pecado y llevando maldición a todas nuestras generaciones.

·       Satanás nunca se va a presentar de frente como para que sea muy evidente que es él quien nos está tentando; lanzará la piedra y esconderá la mano.

·       Nos hará creer que las personas que están a nuestro alrededor son las que nos hacen daño, que él no tiene nada que ver con eso.  Muchas veces nos cuesta discernir quien es el verdadero culpable.  Nos cuesta trabajo comprender que es el mismo diablo disfrazado que está creando una situación de caos a nuestro alrededor.  Esto sucede en nuestro trabajo, en nuestra familia y en la misma congregación.  Lo primero que hacemos es acusar a nuestro cónyuge o a nuestros hijos, o señalar a nuestros amigos, o a nuestra familia espiritual.

·       El diablo es incansable; mientras los hijos de Dios dormimos él está aprovechando cada circunstancia tejiendo redes, cavando hoyos, delante de nuestros pies para hacernos caer hasta nuestro último aliento de vida.

·       Los cristianos buscamos siempre como defendernos de sus ataques, lo que sucede muy frecuentemente; pero es el diablo quien tiene que huir de la presencia de los hijos de Dios.

·       Siembra la duda y el temor y nos desesperamos porque no encontramos una respuesta clara y oportuna a nuestra situación.  Se nos olvida por completo que hay un Dios Todopoderoso en el cielo que nos está extendiendo su mano para ayudarnos.

·       Satanás anda como león rugiente detrás de su presa.  El león es un cazador experto que busca aislar a su presa del resto de la manada.  Sabe que si entra a la manada a buscarla saldrá mal herido y hasta podría morir en el intento.  Pero su astucia lo lleva a planificar su ataque.  Una vez que la presa más débil ha sido separada del grupo, viene un ataque directo y feroz donde no tendrá la más mínima posibilidad de sobrevivir.  De igual forma nos sucede cuando nos debilitamos en la fe, cuando dejamos de leer la Santa Palabra de Dios, cuando no nos congregamos; cuando creemos que todo lo sabemos y no volvemos a tener comunión con nuestro Padre Celestial. Es ahí precisamente cuando Satanás aprovecha para apartarnos fácilmente de nuestra familia espiritual quedándonos sin esa cobertura.  Entonces, vendrá su ataque directo y feroz que nos llevará a la muerte espiritual.

 

No le facilitamos el trabajo a Satanás.  Tampoco le reclamemos a Dios por la situación que estamos pasando y aceptemos que estamos fallando como sus hijos.  Todo lo queremos de la manera más fácil; no queremos pagar el precio para recibir las bendiciones del cielo.  No sabemos pedir como nos conviene (Romanos 8:26), y casi que le exigimos a Dios que cumpla los anhelos de nuestro corazón.

Josué 1:9 nos dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”

Libremos la buena batalla como verdaderos soldados del ejército de Jesucristo.

“Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.” (1Timoteo 6:12).

 

Parte 1-3  Conociendo a Satanás

Parte 2-3  ¿Cómo actúa Satanás en nuestras vidas?

Parte 3-3  ¿Cómo tenemos que actuar los hijos de Dios contra Satanás?

Este ministerio HOREB LIBERACIÓN Y SANIDAD INTERIOR, otorga el permiso para que este material sea distribuido sabiamente. Solo les agradecemos nombrar la fuente de donde ha sido tomado.  Que el Señor les bendiga.